Esta obra rescata los más importantes laudos arbitrales proferidos entre 1932 y 1987, pues tal como se advierte en su prólogo - la circunstancia de que una vez definido el litigio el expediente se archive dentro del protocolo de una de las varias notarias del lugar donde funciona el tribunal, unida a la nula publicidad que recibe la actuación muchas veces por expreso deseo de los interesados convirtió en efímera y clandestina esta preciosa fuente jurisprudencial - .